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Una visita a Copenhague, un paseo a pie o en bicicleta, el medio de transporte local por excelencia, por la ciudad escandinava computa como una clase magistral de arquitectura y una lección de sostenibilidad. Sin estridencias, sin la sensación de que te quieren colar un discurso técnico y tan verde como vacío. La capital danesa es una ciudad amable y relajada que la mayoría de turistas visitan cuando el frío y la oscuridad le dan una tregua. A continuación os desvelamos los que consideramos los últimos imprescindibles que hay que ver durante una visita a esta ciudad paradigma del diseño.
El diseño escandinavo es un aval de éxito seguro en cualquier casa a la hora de decorarla. En Copenhague se encuentra el Museo del Diseño de Dinamarca, una institución cultural fundada en 1890 y que ocupa el lugar donde antes había un hospital. Visitarlo es la mejor manera de entender lo que significa el diseño danés y su incidencia en el mundo. Un museo que inspira y que para celebrar su 125 aniversario celebró una exposición que llevó por título "Aprendiendo de Japón". Y es que la influencia japonesa en el diseño y en la artesanía danesa es clave para comprender su desarrollo.
Se la conoce como el "Diamante Negro", por el granito cortado y pulido de su fachada, y hace parte de un conjunto de tres edificios en los que, además de atesorar libros y disponer de salas de lecturas, se celebran exposiciones, conciertos y hay una cafetería con vistas al agua. El complejo tiene forma de monolito escultórico y se puede disfrutar tanto del interior como del exterior gracias a diferentes obras de arte sonoras y visuales. Es muy recomendable sentarse en las escaleras exteriores a orillas del agua y contemplar esta biblioteca con ese nombre tan cinematográfico.
Cinco de los catorce pisos de esta institución cultural están bajo tierra. 41 mil metros cuadrados de superficie, con un auditorio con capacidad para mil cuatrocientos espectadores, plantados en la portuaria zona de Holmen que se reflejan en el mar. Está tan cerca del agua que los asistentes a la ópera pueden llegar en barco. El exterior del edificio está revestido con piedra caliza, el vestíbulo es de mármol y en el auditorio las paredes son de madera de arce y el techo está adornado con algo más de cien mil láminas de pan de oro de 24 quilates. La Ópera Real Danesa es un diseño del arquitecto danés Henning Larsen, la decoración de la misma es obra de varios artistas, también daneses. Las entradas se pueden comprar a través de su página web, por teléfono llamando al +45 33 69 69 69 o en las taquillas de la Ópera dos horas antes de que empiece la correspondiente función.
Una isla artificial al noreste de Copenhague en la que en el pasado fue el hogar de los astilleros más grandes del mundo. Tras un siglo de actividad la quiebra de la construcción naval hizo que los astilleros y los muelles se quedaran vacíos. El sitio tuvo una segunda oportunidad en el siglo XXI con la celebración de Copenhell, un festival de música metal muy popular dentro y fuera de la península de Jutlandia. Inversores y emprendedores vieron potencial en aquel paisaje industrial abandonado y oxidado y hoy son un reclamo sitios como el centro de arte Copenhague Contemporary, los restaurantes Amass, Alchemist y el nuevo Noma que abrió René Redzepi en 2017 y que ya ha avisado de que volverá a cerrar, el mercado Reffen y los bares Halvandet, en el que se puede tomar el sol, si le da por salir, jugar al voleibol, hacer kayak e incluso saltar al agua y nadar y La Banchina, un bar que cada día más gente conoce dónde se esconde.
Uno de los últimos hitos arquitectónicos de Copenhague se eleva sobre RefshaleØen. Al sello Bjarke Ingles Group (BIG), colectivo multidisciplinar que firma varios de los exponentes arquitectónicos de la capital danesa, se le ocurrió cubrir una planta de conversión de residuos en energía eléctrica y calefacción urbana con una pista de esquí. El resultado es Copenhill, una pista verde en la que los esquiadores se deslizan sobre neveplast, una superficie mixta de hierba natural y plástico reciclado. Un descenso a 85 metros de altura sin nada de nieve ni alrededor ni debajo de los esquíes. Una pista en la que también se puede correr, pasear, disfrutar de las vistas y escalar una franja habilitada de la fachada. Fachada que está cubierta por unos grandes ladrillos de aluminio que simulan macetas enormes.
Barrio que se encuentra al sur del centro de Copenhague, en la isla de Amager. Una zona conectada con el exterior. No está lejos del aeropuerto capitalino y del puente Øresund, que conecta Dinamarca con la ciudad sueca de Malmö. Un barrio plagado de construcciones que anticipan cómo serán los edificios del futuro. Los hay que son montañas, torres inclinadas, los hay en forma de números y letras y otros están inspirados en las casas redondas de la etnia Hakka de China. Un barrio que antes de que se empezara a construir en 2007 ya circulaba por sus calles vacías un metro elevado sin conductor. Un barrio que sus ideólogos imaginaron que les haría la vida más fácil a sus residentes, universitarios y trabajadores.
Al sur de Copenhague, muy cerca del aeropuerto, en la isla de Amager, se encuentra el Acuario Nacional de Dinamarca. Una construcción en forma de remolino a orillas del mar en la que en su interior hay 53 acuarios en los que se pueden ver nutrias de mar, tiburones martillo, rayas, un pulpo gigante del Pacífico y arapaimas. Este moderno acuario ocupa el lugar que dejó el antiguo acuario de Dinamarca en Charlottenlund, cerrado en 2012 después de 73 años abierto.
Iglesia poco común para los extranjeros y popular en Copenhague, sobre todo en el barrio de Bispebjerg, que es donde se encuentra. Un templo expresionista con fachada en forma de órgano y un campanario de 49 metros de altura, que lleva por nombre el del filósofo danés Nikolai Frederik Severin Grundtvig en su honor. La iglesia es un diseño de un arquitecto y que acabó el hijo de aquel en 1926. La iglesia, el cementerio y las construcciones circundantes, que combinan formas modernas y líneas clásicas, conforman un conjunto arquitectónico religioso que de aspecto muy barroco.
Un museo de arquitectura de inspiración marítima a las afueras de Copenhague, en Ishøj. Se encuentra rodeado de una playa artificial en la que parece que el edificio, un diseño del arquitecto Søren Robert Lund, con forma de barco, ha varado. En su interior atesora y exhibe colecciones de obras de arte contemporáneo escandinavo.
Desde Madrid Iberia Express tiene un vuelo diario de ida por la mañana y otro de vuelta a primera hora de la tarde.
Otras compañías que vuelan a Copenhague desde Madrid son: Iberia, Norwegian y Ryanair.
Desde Barcelona lo hacen Vueling, Norwegian e Iberia.
Con la aerolínea Norwegian se puede volar a Copenhague desde Alicante, Fuerteventura, Gran Canaria, Málaga, Palma de Mallorca y Tenerife Sur.
Hostel A&O. Un hostal con todas las comodidades de un hotel y a buen precio. Dispone de 270 habitaciones, sencillas, funcionales y cómodas. Las hay de varios tipos: individual, doble, triple y hasta de ocho camas. Para las familias tiene un servicio gratuito de carritos de bebes y si se renuncia a la limpieza diaria de la habitación te invitan a una bebida en el bar del sitio. En la recepción hay juegos de mesa y futbolín, además cuenta con lavandería y cocina.
Hotel Nobis Hotel que aúna la arquitectura y el diseño contemporáneo con lo clásico y tradicional. Su fachada data del año 1903 y sus 75 habitaciones son estancias híbridas entre lo nuevo y lo antiguo en las que se miman todos los detalles. Cuenta con un sofisticado restaurante de cocina internacional, Noi.
El Bella Sky, un hotel AC diseñado por el estudio de arquitectos 3XN, en el que sus habitaciones se reparten en dos torres de 75 metros de alto e inclinadas 15 grados cada una.
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